El triponcillo puregonil.

No sé si la culpa la tiene el puregón o la progesterona, desde luego no un posible embarazo porque ya me pasó el mes pasado: Me ha salido un triponcillo de embarazo de tres meses. Yo que nunca he tenido tripa, ahora miro como al tumbarme en el sofá la manta que me echo encima describe una curva que ya me gustaría a mí que me creciera durante nueve meses.

Este mes lo he llevado peor que el anterior porque empiezan los calores, nos quitamos capas de ropa y las redondeces son más difíciles de disimular.

El drama vino cuando subí la ropa de verano del trastero, apenas si quería hacer esfuerzos pero alguno hice así que ya estaba agobiadilla cuando inicié el calvario de probarme uno tras otro los pantalones del verano pasado y ver cómo me estaban bien de culo, de muslos pero ¡horror! al ir a abrocharlos sólo con uno pude hacerlo y no sin cierta dificultad. La camisas se me abren también por la zona del pecho.

Luego pensé en mi torpe inocencia, el problema ya lo tenía con la ropa de invierno, con la de verano no se iba a producir un milagro.

He llegado todos los días con la hora justa a la oficina tras cambiarme de ropa un montón de veces intentando disimular al máximo este cuerpo de preñada que se me ha puesto. Los compis miran raro a las zonas expandidas de mi cuerpo y sé que sólo la prudencia y el conocimiento de mi historial de negativos les ha impedido preguntarme por la posibilidad de un nuevo embarazo.

Al final, he decidido asumir mi nueva situación de botijo puregonil y comprarme ropa nueva. He pensado que si me quedo embarazada me hará falta ropa más anchita y que si no seguiré en tratamiento, cada vez con mayor dosis de medicación, con lo cual me seguiré hinchando periódicamente todos los meses (el mes pasado volví a mi estado normal días antes de que me viniera la regla).

He descubierto "truquillos" para disimular las nuevas redondeces que comparto aquí por si alguna está sufriendo los mismos síntomas que yo:

- Rebecas anchas de corte masculino, mejor rectas que con los bajos rizados, al llevarlas abiertas te hacen parecer más estrecha y te estilizan bastante.

- Blusones anchos, ahora están muy de moda y debajo cabe de todo.

- Pantalones piratas (aunque no sé si me veo yendo a la oficina con ellos).

- Foulards atados al cuello. Como son largos tapan bastante tripa y disimulan el pecho.

- Tacones, mejor tipo cuña por ser más cómodos (yo hace años que dejé de usar tacones, reconozco que estilizan pero apuesto por la comodidad así que de este punto paso).

- Para los pantalones que no abrochan un truco cutre, cutre pero que a mí me funciona estupendamente: Metes una goma del pelo en el ojal del pantalón, un extremo lo metes por el otro (para hacer un nudo) y el extremo que metes lo enchanchas al botón, con eso ganas los 2-3 cm que nos faltan. Cuidado con la ropa de verano que es finita y puede que se transparente el artilugio ;).

Mañana domingo iré de compras, intentaré no ser muy exigente, aceptarme con mi nueva talla y hacerme con algunas prendas de fondo de armario que pueda combinar entre sí para no ir a la oficina sintiéndome un botijo.

Lo demás: Un sujetador cómodo de tu nueva talla, unos pendientes que te favorezcan, algo de colorete y brillo de labios, sentido del humor para aceptar este nuevo inconveniente de la medicación y un poco de confianza en que esta situación desembocará en el ansiado bebé.

Muchos ánimos a todas mis compis de medicación.